Evaluación Cardiovascular

¿Por qué evaluación?

La evaluación predeportiva en escolares tiene un objetivo claro: “detectar precozmente patología cardiaca que constituya riesgo de muerte súbita o deterioro clínico durante la práctica deportiva”.

Sabemos que el ejercicio no causa muerte súbita en personas sanas, y sí puede causarla cuando existe una enfermedad cardíaca asintomática o latente. Es por esto que debemos determinar métodos de evaluación que permitan efectivamente detectar estas condiciones de riesgo en los escolares susceptibles, aparentemente sanos.

La evaluación cardiovascular debe realizarse en escolares mayores a 9 años previo al inicio de un deporte competitivo, la que debe repetirse al menos cada dos años en busca de aparición de algún factor de riesgo. Los escolares sanos que realizan educación física habitual deberían tener sus evaluaciones pediátricas regulares.

La evaluación cardiovascular debe incluir:

• Historia personal: debe estar orientada buscar síntomas sugerentes de patología cardiaca latente como precordalgia con ejercicio, síncope o presíncope en relación a actividad física, disnea o fatiga durante el ejercicio. También debe interrogarse el antecedente de soplo, existencia de patología cardiaca adquirida como la Enfermedad de Kawasaki, enfermedades renales, entre otras.
• Historia familiar: por el componente hereditario de muchas enfermedades cardiacas los antecedentes familiares son de gran importancia y deben interrogarse dirigidamente. Cualquier evento cardiaco súbito en familiar menor de 40 años debe considerarse un factor de riesgo importante, en especial si el diagnóstico cardiológico no fue claro o desconocido. Otras enfermedades hereditarias como Síndrome de QT largo, Miócardiopatía hipertrófica, Síndrome de Marfan, también deben investigarse.
• Examen físico: debe realizarse un examen físico completo y especialmente dirigido a descartar soplos, toma de presión arterial, pulsos, signos de Marfan o de otros Síndromes genéticos. Es importante buscar cicatrices de esternotomía o toracotomía, ya que muchas veces son cirugías del periodo neonatal y los padres no siempre aportan todos los antecedentes.
• Electrocardiograma: es discutido y siempre se considera que su uso indiscriminado puede identificar falsos positivos. El informe debe ser realizado por médico entrenado, capaz de reconocer alteraciones propias de los niños e identificar particularidades normales, como por ejemplo el corazón de atleta.
• Otros exámenes: el Test de esfuerzo, Holter de ECG o estudios electrofisiológicos deben ser solicitados por cardiólogo infantil según corresponda para cada caso.

Los pacientes con algún factor de riesgo en el examen físico o en la encuesta personal y familiar o alteración en el electrocardiograma deben ser derivados al cardiólogo infantil para su estudio. Este deberá determinar la necesidad de otros exámenes como eco cardiografía, test de esfuerzo, etc.